Llega el equilibrio: el formato físico sobrevive al formato digital y comparten mercado.

Amazon el gigante digital de las compras on-line cuenta con un stock de más de 583.000 títulos de libros físicos solo en Madrid, una cifra que se encuentra en crecimiento. Este dato es suficientemente revelador para asegurar que el fin del formato físico de los libros que se anunciaba a bombo y platillo no ha llegado.

De hecho lo que ha llegado es un mundo híbrido en el que están conviviendo perfectamente el formato clásico y el digital llamado a acabar con él. De hecho, también están surgiendo fenómenos muy interesantes como la autoedición de libros por los usuarios así como servicios de e-books de tarifa plana similares a los que han surgido para contendidos como la música o la televisión como Spotify o Netflix.

La tendencia de aquí en adelante es algo sobre lo que los expertos son incapaces de ponerse de acuerdo, ya que por ejemplo, The New York Times había publicado un estudio propio en el que mencionaba que el libro digital se encontraba en pleno declive. Poco después, otra publicación de prestigio como Fortune, publicó otro estudio con unas conclusiones totalmente diferentes que hablaban del crecimiento del libro digital a pesar de que servicios de e-books en tarifa plana como Oyster, de repercusión en Estados Unidos, habían caído por el poco dinero que conseguía ingresar.

También se realizan estos estudios sin todos los datos, ya que por ejemplo se desconocen números relevantes ya que por ejemplo, Amazon no ha publicado nunca el número de unidades de Kindle que ha vendido así como el número de títulos que se editan de forma nativa en su plataforma que no tienen ISBN.  Y también para alimentar aún más los debates, Amazon, el referente en cuanto a e-books, no solo no pública las cifras sino que ha abierto su primera tienda de libros física en Estados Unidos.

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