“Hacia los mares de la libertad” de Sarah Lark

Estamos en Irlanda en 1846 en una época en la que el país está pasando por un periodo de hambre y pobreza debido a las malas cosechas. En mitad de esta crisis la joven Mary Kathleen trabaja como sirvienta en la casa del administrador local, un lord inglés muy malhumorado y vive enamorada del hijo del aparcero: Michael Drury.

Sus padres no ven con buenos ojos está unión, debido sobre todo a la tendencia a las actividades ilícitas que tiene el chico, pero fruto de ese amor Mary queda embarazada y su vida se llena de dudas, ya que los jóvenes no tienen nada para sacar adelante a su hijo.

Michael por su parte decide hacer lo que mejor sabe para sacar adelante a su futura familia y consigue robar unos sacos de cereal del administrador inglés con la idea de venderlos ilegalmente en una licorería local. Hace tiempo que tiene una idea en la cabeza: conseguir dinero y marcharse junto con Mary a vivir a América, donde su hijo podrá disponer de todas las oportunidades.

Sin embargo, todo se va al traste cuando se descubre que Michael está detrás del robo a la casa, por lo que es juzgado y sentenciado al destierro, teniendo que vivir su condena como colono en la lejana Tierra de Van Diemen, la actual Tasmania. Al enterarse de la noticia, Mary tendrá que afrontar la decisión de criar a su hijo sola o rehacer su vida.

Sarah Lark nos brinda de nuevo la oportunidad de vivir de cerca las costumbres y ritos de los maoríes y aprenderemos mucho sobre su forma de entender la vida, espiritualidad y relación con la naturaleza. Una obra magnifica y muy bella donde los protagonistas tendrán que madurar a marchas forzadas para hacer frente al destino que tienen ante ellos.